Las cholitas, pariendo cordilleras entre sonrisa y sonrisa, fueron poblando todo el altiplano. Ahí donde solo nacían resecos penachos de hierba, parieron hijos y criaron a los que sobrevivían al encuentro con el desierto hasta verlos grandes y fuertes como montañas. En silencio de desierto viven, en ese silencio seco de los caseríos […]